GALLETAS BLANCO Y NEGRO
Estas galletas blanco y negro son deliciosas, desde que las probé la primera vez no paro de hacerlas. Y es que es un buen recurso para merendar o para prepararlas para el desayuno. Mojadas en café o leche, harán las delicias de los peques y de los no tan peques.
Las galletas quedan con una capa dura por fuera y blanda por dentro, como si fuera un bizcocho. Además ellas mismas se agrietan y al ponerle el azúcar glass hace que se vean más bonitas. Ya verás que cuando pruebes la primera, cogerás una segunda y una tercera…. vamos que es un no parar.
También con el mismo sistema hice unas de limón, puedes ver la receta aquí.
Ingredientes :
- 200 gr de harina
- 2 huevos
- 100 gr de azúcar
- ½ cucharada de levadura
- 1 cucharada de esencia de vainilla
- 250 gr de chocolate negro Nestle especial para fundir
- 50 gr de mantequilla
- Azúcar glass
Elaboración:
Para empezar ponemos la cuchilla mariposa en el robot y blanqueamos los huevos junto con el azúcar y la vainilla. Han de quedar espumosos y aumentar su volumen. Para ello programamos 8 minutos y a velocidad 5. Si no tienes robot, puedes batirlos con unas varillas eléctricas.
Derretimos la mantequilla y el chocolate en el microondas, hasta que queden totalmente disueltos. El resultado lo añadimos a la mezcla anterior y lo mezclamos a velocidad 5, durante 20 segundos.
Añadimos la harina y la levadura tamizada a la mezcla anterior. Programamos velocidad 5 y durante 2 minutos.
A continuación metemos la masa obtenida en el congelador unos treinta minutos porque así conseguimos que la masa se endurezca un poco y podamos trabajarla mejor.
Precalentamos el horno a 180º y sacamos la masa del congelador.
Con ayuda de una cucharada vamos cogiendo trozos de masa más o menos del tamaño de la cuchara. Vamos haciendo bolas con la masa y después las rebozaremos en el azúcar glass que tendremos en un plato hondo.
Las ponemos en una bandeja de horno con papel sulfurizado y las distribuimos a cierta distancia unas de otras para que no se peguen entre ellas a la hora de expandirse.
Finalmente las horneamos 10 minutos. Las sacamos del horno y las dejamos enfriar sobre una rejilla.
Ya están listas para consumir, sólo te queda prepararte una buena bebida (café, cacao, leche…) y disfrutar de una buena merienda.
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