PAN DE ACEITE
Este pan de aceite tiene una historia detrás que os quiero contar. Estas Navidades bajé a Granada como muchos de vosotros visteis por instagram. Mis padres viven en un pueblo cercano a la ciudad y estas fiestas le prometí a mi madre hacerle algunas de las recetas que suele ver por internet para que ella y sus amigas las pudieran probar.
Un día nos acercamos a ver las tiendas de souvenires y de alfarería de Purullena y preguntamos cual era la mejor panadería que había en el pueblo. Una vez allí, mi madre vio el pan de aceite y pidió de llevarse uno, le cobraron casi siete euros y la dependienta dijo que si quieres un buen producto, con buen aceite, pues se ha de pagar. Realmente es así, pero yo le dije a mi madre que este pan lo tenía que hacer yo porque no creía que fuera tan difícil.
Después de investigar, preguntar, buscar recetas, tenía claro como hacerla, solo me faltaba un buen aceite y como por casualidades de la vida Pilar Sampedro, una señora que conocí por Instagram, me envió una caja con dos botellas grandes de aceite de Jaén (le estoy eternamente agradecida).
Así que no dudé que parte de ese aceite lo llevaría mi pan, porque esa elaboración tenía que saber y oler a Andalucía.
Me sorprendió lo bueno que salió, por eso quiero compartirlo con vosotros.
Ingredientes:
- 500 gr de harina de fuerza
- 25 gr de levadura fresca
- 250 ml de aceite de oliva virgen extra
- 15 gr de anís en grano
- 10 gr de sal
- 140 ml de agua
- Un huevo
- Azúcar
Elaboración:
En un bol pon la harina, la sal, el agua y el aceite. Mezcla todo bien hasta formar una masa.
Añade la levadura, la cual has de desmigar frotándola entre tus manos y añade el anís en grano. Mezcla todo de nuevo, haz una bola y deja reposar en el mismo bol, con un trapo tapado durante 45 minutos.
Pasado ese tiempo verás que la masa ha aumentado y tiene otra textura. Divide la masa en piezas de 100 gr y disponlas sobre una bandeja de horno con papel sulfurizado. Deja separación entre las piezas para que puedan crecer sin engancharse unas a otras.
Humedece un trapo de cocina y tapa la bandeja completamente. Yo la metí en el horno sin encender para evitar corrientes de aire. Dejar reposar durante 1 hora.
Pasada la hora, bate el huevo y con ayuda de un pincel pinta la superficie de cada pieza. Añade azúcar generosamente encima de cada una y hornea durante 15 minutos a 220º con calor arriba y abajo.
Como siempre explico cada horno es un mundo. Vigila que no se quemen o si no quedan doradas por arriba, hornea un poco más.
Deja enfriar sobre una rejilla y lista para la merienda.
Espero que te gusten tanto como a mi!!
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